CIUDAD DE MÉXICO, 17 de enero, (CDMX MAGACÍN / CÍRCULO DIGITAL).- El pasado 16 de enero, la Asamblea Constituyente, redactora de la Constitución Política de la Ciudad de México, aprobó un dictamen en el cual establece que el Centro Histórico de esta Ciudad quedará bajo la responsabilidad directa del jefe de gobierno a través de la autoridad del Centro Histórico, en lo que respecta a regulación urbana, intendencia, mantenimiento, renovación, restauración y conservación de inmuebles y monumentos históricos, advirtió el legislador por morena José Alfonso Suárez del Real.
La anterior redacción, agregó el diputado, corresponde al artículo 23, apartado B numeral 2 de la Constitución que se encuentra en proceso de discusión, tesis a todas luces inconstitucional, toda vez que el artículo 73 fracción XXV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que es facultad exclusiva del Congreso de la Unión legislar sobre vestigios o restos fósiles y monumentos arqueológicos, artísticos e históricos, cuya conservación es de interés nacional.
Suárez del Real agregó que la creación de una Autoridad del Centro Histórico fue tan sólo una ocurrencia del entonces jefe de gobierno Marcelo Ebrard, y no ostenta ni el rango ni el poder de la Subdelegación Territorial del Centro Histórico.
Al Centro Histórico, explicó, lo integran 668 manzanas, las cuales albergan edificios de gran valor artístico o histórico. Sus construcciones religiosas, civiles, asistenciales, hospitalarias, administrativas, educativas, culturales y de habitación datan de los siglos XVI al XX. Todas ellas conforman el corazón económico y político de la ciudad, razón por la que en 1987 fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.
De manera enérgica, agregó, nos oponemos a que los habitantes de la ciudad pierdan su derecho a elegir de manera libre a sus gobernantes. Esto marcaría una gravísima regresión a este derecho obtenido gracias a la organización de los capitalinos.
En tal sentido, señaló que morena emprenderá, conjuntamente con los vecinos de la zona, acciones pacíficas en demanda para que la Mesa de Armonización modifique o corrija el referido articulado. Porque, resumió, la intención es llevar a cabo la gentrificación de esta histórica zona de la capital para continuar con los nichos de negocios que impulsa el gobierno local.
